ACORPOL – ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE OFICIALES EN RETIRO – No. 232 – Marzo-Abril 2021
Por: CT® Mg. Fabio Jose Garzon Fisco
Jefe de Seguridad Industria Farmacéutica
Sin pretender que el consumidor final sea quien tenga que cargar con toda la responsabilidad ante el creciente mercado ilegítimo de medicamentos en Colombia, es comprensible que con una adecuada capacitación se puede educar a los pacientes para que, al momento de la compra de cualquier clase de medicamento, tengan en cuenta las diferentes variables determinantes que le permitirán identificar la legalidad de lo que está adquiriendo.
Estas campañas deben ser lideradas por entidades gubernamentales a nivel local y nacional, haciendo énfasis en la población que se encuentre expuesta a diferentes morbilidades, así como al entorno familiar, quienes son los más expuestos a caer en la trampa de los medicamentos ilegales.
En 2019 se decomisó medicamento ilegal por un valor de $8.700.000.000, lo cual pone a esta modalidad delictiva como una de las más lucrativas y trasgresoras dentro del panorama nacional.
Lamentablemente en nuestro medio tampoco existen estudios adecuados que establezcan la gravedad del problema,
permitiendo que frecuentemente se percibennuevos incidentes y reportes relacionados con falsificación, adulteración y contrabando de medicamentos en muchos de los canales de distribución y venta, así como en la red institucional de salud pública de carácter pública y privada.
Lo anterior hace que sean posibles víctimas de esta situación un gran número de personas que consumen productos
falsificados, bajo la convicción que se trata de auténticos
medicamentos, bien sean de marca o bien genéricos. Esto debe forzar una serie de campañas de prevención dirigidas
por el Ministerio de Salud y Protección Social, donde se involucren diferentes actores como laboratorios,
farmacéuticas y distribuidores de medicamentos en general. Donde los laboratorios y farmacéuticas deberían de crear la oficina de “Prevención del Medicamento Adulterado y Falsificado”, mediante un proceso de cascada que busque multiplicar las formas para prevenir este delito.
Para poder cerrarle el cerco a los delincuentes, adicional a los procesos de educación y prevención se requiere una participación continua por parte de las autoridades, endurecer los artículos del Código Penal, un poco complacientes con este flagelo y crear grupos de investigación especializados por parte de la Fiscalía y autoridades en general.
Según la POLFA en 2019 se decomisó medicamento ilegal por un valor de $8.700.000.000, lo cual pone a esta modalidad delictiva como una de las más lucrativas y trasgresoras dentro del panorama nacional.
Algunos escabrosos casos como el de una red de contrabando conformada por 13 personas que adquiría de manera irregular medicamentos para enfermedades de alto costo, como cáncer, hemofilia y diabetes, para luego ofrecerlos a las EPS y hospitales como productos originales,
constituyen una pequeña muestra del total a combatir.